
La Revista Web
Nuestro oasis digital de lectura pausada
Sonora
Acordes, arpegios y riffs.


Friedo Lampe: Autor censurado por el nazismo

Ideal del comienzo

Strange Days: El problema no es estar paranoico

Yo vine aquí para luchar

Fernando Arrabal: Más allá del milenarismo

El río de la memoria

Joy Division, corazón y alma de Ian Curtis

El truco del maletero

Los deberes

Libres o muertos, jamás esclavos

Rincones de Nueva York

Fiesta de disfraces

¿Qué podemos ver desde el confinamiento?

Misión secreta jam

Papers, please: El videojuego burocrático

Cinco escritores ciegos que lo petan fuerte

Secretos en la lluvia

Manifesto: arte y verdad

Abel Jaramillo: «Necesitamos otras maneras para hacer memoria y cuidar las historias. Y eso requiere imaginación colectiva»

Mohamed Siam: «El cine debe enseñarnos quiénes somos y cómo ha sido nuestra historia»

Edición y lectura, alianza desde la irrenunciable belleza

Sankara: Muerte al íntegro, vida al Che negro

Maldito cinco de abril…

Metrópolis: A Hitler le gustaba la ciencia-ficción

El amor en tiempos del sida

La vida, el universo y todo lo demás

Ehta Gente: «Nuestra influencia es la desorganización social»

Yossel: La cruda realidad de la ficción

Tras la puerta

El mejor escondite es la cordura

Vacío

Carne de cisne

Primera y última

El melancólico zoo de Hollywoo(d)

Democracia, un juego de máscaras

Pablo Guerrero: «El poder teme a la cultura porque podemos crear mentes libres»

El bueno, el malo y los pueblos del mar

Luces en el cielo

Partido a muerte: la dignidad de los victoriosos

Kyuss, la máquina verde del stoner

Reencuentros

José Manuel Díez: «El origen y el fin en mí siempre será la poesía»

Chernobyl: sabor a metal

Doreen Massey y el pensamiento espacial crítico

«Fight Pestis Club» y la peste antonina

Ni novelita, ni lumpen

Con el mezcal en los labios

Oda a la palomita que no termina de hacerse

«Cantar en idiomas precolombinos que están muriendo significa mucho para nosotros»

Brujería, raza odiada del grindcore

Ana Hurtado: «La riqueza que lo africano da a los cubanos es única en el mundo»

Ahora que tenemos tiempo, «Lo queremos todo»

El azahar del azar

John Berger, la afirmación del silencio como ser poético

La cinta del supermercado

Versos percutidos en el tambor del ser

Rincones de la Toscana

Trozos

Team Malí: acercando el mundo bajo las canastas

Diocleciano, la tetrarquía y el gran «depende»

La madre oculta del realismo mágico

La institucionalizacion del estilo

Clara Peeters, la exultante visión femenina de la pintura

Lorenzo’s (olive) oil

Stoner: la novela perfecta

Moon, una sacudida existencial

Extraviado

Yonqui de la guerra

Juan Antonio Galán: «Si no escribes porque no publicas, no eres escritor»

Pájaro, el ave Fénix del rock sevillano

Una sonrisa en la bandeja

Paciencia, serie B gráfica

Malware

Juan Rulfo, las certezas arraigadas en lo insondable

Diógenes y la limpieza del placard

El fin del mundo (II)

Desertificación cultural

Don Tomás puto amo

Formas de mezclar las lenguas

Juanma Fugu: «El funk aquí es minoritario porque es más fácil digerir mierda»

Entre dos recortando el tiempo

Destruyendo el concepto de Salud: el humanismo radical de Ivan Illich

El terror en los cuentos de Mariana Enríquez

Los Perdedores

Chris Bell, Yo soy el cosmos

Confesiones en un parabrisas

Solo: Matar o morir

Dígame un color – Nueve meses sin lenguaje

Una serie histórica

Que parezca un accidente

Circus Devils: Rumbo psicodelia

Sobre la paidofobia o el “odio a los niños” emergente

El Génesis según Crumb

Molotov, todo el poder del albur

La realidad es un lugar

Tres puertas

El tigre de bengala

Eleonora Finkelstein: «La poesía no se comercializa, se trafica»

De cara a la galería enjaulada
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