La Revista Web
Nuestro oasis digital de lectura pausada
Sonora
Acordes, arpegios y riffs.
Metrópolis: A Hitler le gustaba la ciencia-ficción
Pájaro, el ave Fénix del rock sevillano
Brujería, raza odiada del grindcore
La institucionalizacion del estilo
Dígame un color – Nueve meses sin lenguaje
Juanma Fugu: «El funk aquí es minoritario porque es más fácil digerir mierda»
Manifesto: arte y verdad
Kyuss, la máquina verde del stoner
Cenizas
Yossel: La cruda realidad de la ficción
Tres puertas
Friedo Lampe: Autor censurado por el nazismo
John Berger, la afirmación del silencio como ser poético
De cara a la galería enjaulada
Ana Hurtado: «La riqueza que lo africano da a los cubanos es única en el mundo»
«Cantar en idiomas precolombinos que están muriendo significa mucho para nosotros»
Ideal del comienzo
Solo: Matar o morir
Destruyendo el concepto de Salud: el humanismo radical de Ivan Illich
Una sonrisa en la bandeja
Primera y última
Confesiones en un parabrisas
¿Qué podemos ver desde el confinamiento?
Yo vine aquí para luchar
Fiesta de disfraces
Guti era Sherlock Holmes
Diocleciano, la tetrarquía y el gran «depende»
Daniel Johnston: A pesar de todo
Diógenes y la limpieza del placard
Auges y caídas del rock instrumental
Papers, please: El videojuego burocrático
El mejor escondite es la cordura
Los Perdedores
El bueno, el malo y los pueblos del mar
Juan Rulfo, las certezas arraigadas en lo insondable
Formas de mezclar las lenguas
Sankara: Muerte al íntegro, vida al Che negro
El fin del mundo (I)
Circus Devils: Rumbo psicodelia
El fin del mundo (II)
El Génesis según Crumb
Partido a muerte: la dignidad de los victoriosos
La madre oculta del realismo mágico
Molotov, todo el poder del albur
Para siempre con nosotras
El amor en tiempos del sida
La vida, el universo y todo lo demás
Team Malí: acercando el mundo bajo las canastas
Oye el boom
Mohamed Siam: «El cine debe enseñarnos quiénes somos y cómo ha sido nuestra historia»
Que parezca un accidente
El tigre de bengala
Rincones de Nueva York
Durante poco más de dos horas
El azahar del azar
Cinco escritores ciegos que lo petan fuerte
Carne de cisne
Stoner: la novela perfecta
El río de la memoria
El terror en los cuentos de Mariana Enríquez
Las entrometidas amantes de Bolaño
Joy Division, corazón y alma de Ian Curtis
Luces en el cielo
Y si el último hombre…
María Ángeles Pérez López: «La poesía es un espacio de resistencia. Es un no, un no grande»
Sobre la paidofobia o el “odio a los niños” emergente
El truco del maletero
La cinta del supermercado
Edición y lectura, alianza desde la irrenunciable belleza
Pablo Guerrero: «El poder teme a la cultura porque podemos crear mentes libres»
Fernando Arrabal: Más allá del milenarismo
Paciencia, serie B gráfica
Tras la puerta
Ni novelita, ni lumpen
Abel Jaramillo: «Necesitamos otras maneras para hacer memoria y cuidar las historias. Y eso requiere imaginación colectiva»
Cyriak: vídeos mutantes
Clara Peeters, la exultante visión femenina de la pintura
Una serie histórica
Maldito cinco de abril…
Moon, una sacudida existencial
Rincones de Lisboa
Juan Antonio Galán: «Si no escribes porque no publicas, no eres escritor»
Ehta Gente: «Nuestra influencia es la desorganización social»
Los deberes
Democracia, un juego de máscaras
Doreen Massey y el pensamiento espacial crítico
Tiranía: concepto, evolución y paradigma en la Grecia Arcaica
Don Tomás puto amo
Strange Days: El problema no es estar paranoico
Entre dos recortando el tiempo
Chris Bell, Yo soy el cosmos
Chernobyl: sabor a metal
Versos percutidos en el tambor del ser
José María Cumbreño: «Estamos hablando de poesía ¿eh? ¡Aquí nunca va a haber masas!»
El fin del mundo (III)
Vacío
De la purria al asco
Eleonora Finkelstein: «La poesía no se comercializa, se trafica»
Misión secreta jam
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