La Revista Web
Nuestro oasis digital de lectura pausada
Sonora
Acordes, arpegios y riffs.
Tiranía: concepto, evolución y paradigma en la Grecia Arcaica
Brujería, raza odiada del grindcore
La madre oculta del realismo mágico
Ana Hurtado: «La riqueza que lo africano da a los cubanos es única en el mundo»
Vacío
El Génesis según Crumb
El río de la memoria
Paciencia, serie B gráfica
Luces en el cielo
Una serie histórica
Misión secreta jam
María Ángeles Pérez López: «La poesía es un espacio de resistencia. Es un no, un no grande»
Trozos
Team Malí: acercando el mundo bajo las canastas
Lorenzo’s (olive) oil
Molotov, todo el poder del albur
Stoner: la novela perfecta
El tigre de bengala
La vida, el universo y todo lo demás
Joe Satriani y Steve Vai: Cruce de caminos
Sankara: Muerte al íntegro, vida al Che negro
José Manuel Díez: «El origen y el fin en mí siempre será la poesía»
Los deberes
Cyriak: vídeos mutantes
Dígame un color – Nueve meses sin lenguaje
Las entrometidas amantes de Bolaño
Manifesto: arte y verdad
Ni novelita, ni lumpen
Juan Rulfo, las certezas arraigadas en lo insondable
Reencuentros
Auges y caídas del rock instrumental
De cara a la galería enjaulada
Guti era Sherlock Holmes
Ellas nunca mienten
Pájaro, el ave Fénix del rock sevillano
Moon, una sacudida existencial
Entre dos recortando el tiempo
El bueno, el malo y los pueblos del mar
Rincones de Nueva York
Solo: Matar o morir
Kyuss, la máquina verde del stoner
Clara Peeters, la exultante visión femenina de la pintura
Oda a la palomita que no termina de hacerse
Rincones de la Toscana
Juanma Fugu: «El funk aquí es minoritario porque es más fácil digerir mierda»
Yonqui de la guerra
El fin del mundo (I)
Con el mezcal en los labios
La realidad es un lugar
Formas de mezclar las lenguas
Sobre la paidofobia o el “odio a los niños” emergente
Diógenes y la limpieza del placard
Esteban Calderón: «Dejar una huella sobre los artistas me apasiona»
Diocleciano, la tetrarquía y el gran «depende»
Yo vine aquí para luchar
Cinco escritores ciegos que lo petan fuerte
Oye el boom
Los Perdedores
Maldito cinco de abril…
La cinta del supermercado
Ideal del comienzo
Secretos en la lluvia
Strange Days: El problema no es estar paranoico
Papers, please: El videojuego burocrático
Que parezca un accidente
Democracia, un juego de máscaras
Para siempre con nosotras
José María Cumbreño: «Estamos hablando de poesía ¿eh? ¡Aquí nunca va a haber masas!»
Extraviado
El truco del maletero
«Fight Pestis Club» y la peste antonina
Una sonrisa en la bandeja
Chris Bell, Yo soy el cosmos
El amor en tiempos del sida
Rincones de Lisboa
Libres o muertos, jamás esclavos
Tras la puerta
Pablo Guerrero: «El poder teme a la cultura porque podemos crear mentes libres»
Abel Jaramillo: «Necesitamos otras maneras para hacer memoria y cuidar las historias. Y eso requiere imaginación colectiva»
Tres puertas
Versos percutidos en el tambor del ser
Friedo Lampe: Autor censurado por el nazismo
El terror en los cuentos de Mariana Enríquez
Ahora que tenemos tiempo, «Lo queremos todo»
Carne de cisne
Destruyendo el concepto de Salud: el humanismo radical de Ivan Illich
Cenizas
Durante poco más de dos horas
Confesiones en un parabrisas
Fernando Arrabal: Más allá del milenarismo
«Cantar en idiomas precolombinos que están muriendo significa mucho para nosotros»
La institucionalizacion del estilo
Edición y lectura, alianza desde la irrenunciable belleza
Eleonora Finkelstein: «La poesía no se comercializa, se trafica»
Chernobyl: sabor a metal
Y si el último hombre…
John Berger, la afirmación del silencio como ser poético
Don Tomás puto amo
El crimen en Madrid Sur Vice
Hazte socia de Maldita Cultura
Pon tu grano de arena para que el caballo galope libre.