Pájaro, el ave Fénix del rock sevillano
Por María Pachón
Comenzó a aburrirle tocar las canciones escritas por otros. Dejó de bailar con cualquier canción. Necesitaba contar su propia historia, vivida con deje andaluz y sentimiento rockero. A sus 50, Andrés Herrera decidió echar a volar junto a Raúl Fernández y Paco Lamato. El resultado, Pájaro, ave Fénix renacido de una amalgama de cenizas de rock’n’roll, saeta, blues, tarantela, swing y spaghetti western.
Hoy viene con me al santuario de sí mismo y de Silvio que es La Caja Negra (Sevilla) para hablarnos de su nuevo trabajo: He matado al Ángel. Detrás de él, su busto esculpido nos observa con idéntica mirada complaciente: “Estoy a tu entera disposición”, me confirma. Entonces, qué te parece si también hablamos sobre Trump, sobre la situación política actual de Andalucía, sobre los medios de comunicación españoles… “Perfecto”, responde, “hablemos de los medios de manipulación de masas”. Queste tipo que me acompaña es una leyenda viva del rock sevillano. Precisamente por ello, queste tipo que me acompaña no le gusta a la organización…
Pájaro en La Caja Negra de La Alameda sevillana. Fotografías: Bernardo Cruz.
Pájaro comenzó a plantearse las cosas de manera diferente cuando se percató de que estaba “vivo además de limpio”. Al contrario que muchos de sus amigos, él fue capaz de sobrevivir a la heroína: “El arma principal de la guerra sucia a la que nos sometieron los señores fascistas a finales de los setenta. Les sirvió para quitarse del medio a muchísima gente non grata, gente con proyectos culturales: musicales, cinematográficos, literarios… Con razones para luchar porque era gente que mantenía proyectos de vida”.
Tras una larga trayectoria rasgando su guitarra para las bandas y los músicos más emblemáticos del rock nacional -como Brigada Ligera, Pata Negra, Kiko Veneno, o su fiel compañero de anécdotas, Silvio-, Pájaro reformuló su proyecto de vida a tenor de una necesidad: “Comenzó a aburrirme tocar las canciones que escriben otros, bailar con cualquier canción. Antes no me había sucedido porque siempre tuve la suerte de tocar con mi gente. Pero ahora necesitaba contar mi propia historia”. Y de este modo, a sus cincuenta, se ha puesto al frente de una banda homónima que ya ha sacado dos discos, Santa Leone (2012) y He matado al ángel: “Si no abandonas, la vida te pone en el sitio que mereces. No ha sido fácil, pero es la hostia… Tengo muchos amigos de mi edad en el paro que difícilmente van a encontrar trabajo. Yo les aconsejo que hagan locuras. ¡Haz locuras, tío! A ver, no vayas a vender tu riñón… Pero aférrate a la cultura e invéntate algo porque, para salir adelante, el ser humano solo necesita un plato de comida, muchos libros y buena música”.
A finales de los sesenta, el padre de Andrés Herrera se aferró a la música y compró a su hijo una guitarra para aplacar su hiperactividad: “Y para aletargar al terrorista en potencia que llevaba adentro”. Algunos amigos aún recuerdan cómo, con solo nueve años, Pájaro ya daba conciertos en el colegio: “Cantaba por Víctor Jara y lo flipaba con la canción ‘Te recuerdo Amanda’. Me aprendí Pongo tus manos abiertas de memoria porque rulaba por casa. Entonces interpretaba las letras de aquellas canciones de un modo muy distinto a como las entiendo ahora. Precisamente, Víctor Jara también se aferró a la música para tirar hacia adelante. Su padre era un maltratador. Pero Víctor Jara entendió que él debía evolucionar a través de la música y no golpear a menos que fuera con la palabra. La música es curativa. A mí, de hecho, me ha salvado la vida”.
La Semana Santa para mí es como el cine, un espectáculo que me encanta e influye. Cuando pienso en Semana Santa no pienso en Dios, sino en swing…
¿Y el cine? En tu música se descubre que el cine te ha marcado muchísimo.
Por supuesto. El cine ocupa una parte muy importante de mi vida, porque mi padre trabajaba en uno y yo pasaba mucho tiempo con él en la cabina de proyección. Sobre todo me han influido las películas italianas. Por Sofía Loren y por la musicalidad del propio idioma. Yo no sé hablar italiano, pero poniéndole un poco de interés a la boca, siempre queda bonito. De cualquier modo, el cincuenta por ciento del cine es música. Quítale la banda sonora a una película y no te la creerás. La vida es bella es brutal en todos los sentidos, pero la música es la que te adentra en la historia. Es como el incienso, que te sumerge en la procesión.
¿Qué significa para Pájaro la Semana Santa?
Pues, precisamente, la Semana Santa para mí es como el cine, un espectáculo que me encanta e influye. Cuando pienso en Semana Santa no pienso en Dios, sino en swing…
Al respecto ya dijiste que “la Semana Santa será otro estilo más del rock and roll”.
Está claro. Los músicos escarbamos en todos los sitios y, como decía Silvio, “la música de la Semana Santa tiene swing, porque el swing mece”. De hecho, no hay que hablar en futuro: ya es otro estilo más del rock and roll. Yo la he metido directamente en mis discos, y hay más gente que también está haciéndolo.
¿Cómo le explicarías a un joven del siglo XXI qué fue el rock sevillano y qué ha supuesto para la cultura?
Hay dos clases de jóvenes: los que se preguntan dónde están y hacia dónde quieren ir, y los que no se cuestionan nada porque todo les da igual. A los primeros, no hace falta explicarles quién es Silvio, Raimundo, Rafael Amador… Ellos solitos se interesan y llegan a entender qué supuso para la cultura el rock sevillano. Pero, a un chaval de mi barrio que se pasa el día escuchando reggaetón no intentes hacerle escuchar a Silvio. Es absurdo: no lo va a entender. El reggaetón es como un tic, es algo involuntario. Quien lo escucha lo hace porque no tiene aprecio a nada. Quizás, a las drogas, y ya sería bastante porque, al fin y al cabo, puedes drogarte para quemar ancianos, pero también para escribir un libro.
Regresando a la pregunta, Silvio, Raimundo y Rafael, entre otros muchos, son una clara prueba del poderío artístico que tiene Andalucía. La señora Susana Díaz debería tenerlo en cuenta. Debería fijarse en esos andaluces que han viajado por el mundo, que han asimilado y comprendido lo que hay, y que han procurado, con su trabajo, cambiar las cosas.
Tú mismo te marchaste con 30 a los Estados Unidos.
Exacto. Ya en una ocasión dije: ¡Por lo pronto sé dónde no quiero estar y lo qué no quiero hacer! Me fui a California, que es la zona más liberal. Pero también me fui a un país de imperialistas sostenido por un ejército que maltrata a medio mundo. Los salvapatrias como Donald Trump son muy peligrosos… Me revienta ese concepto de patriotismo, porque el verdadero patriotismo es el amor a la sociedad, es ser educado con tus conciudadanos, practicar una buena manera de ser con la gente. Yo estoy lleno de amor: a la música, a mis perros, a mis hijos, a mi familia, a mis amigos -el orden no altera el producto-. En fin, el patriotismo es algo tan sencillo como recoger un papel del suelo y tirarlo a la papelera, es algo tan natural como no marcar diferencias entre hombres y mujeres.
Por supuesto, ahora no me iría a los Estados Unidos, me da miedo. De hecho, tengo un hijo con nacionalidad estadounidense y temo que algún día lo reclamen para un conflicto.
No sé si hasta el final, pero por ahora, yo me quedo en Sevilla.
¿En cuál Sevilla? Porque al igual que hay dos Españas, hay dos Sevillas. Existe una Sevilla alegre, bulliciosa que desfila por la Alameda y por la Avenida de la Constitución; pero hay otra Sevilla que vive enclaustrada en sus barrios, que apenas coge los autobuses, que vive como se vive en un pueblo. Así es mi barrio, el Parque Alcosa. Allí me crié, allí heredé la casa de mi madre y allí es donde me he quedado…
Dualidad sevillana: Silvio sevillista, tú bético, ¿veíais los partidos juntos?
Qué va, yo no veo el fútbol. Es cierto que, si me preguntas de qué equipo soy, automáticamente respondo “del Betis”, pero es por una cuestión sentimental. Mi padre era bético, y fui con él al campo de fútbol hasta que murió, cuando yo tenía catorce años. Después, perdió la gracia. El fútbol no deja de ser otra herramienta del fascismo. Si no, cómo se explica que los presidentes de los equipos permitan la existencia de grupos de extrema derecha que ondean banderas y lanzan consignas que hacen mucho daño. También creo que el fútbol es un circo. Eso sí, equipos como el St. Pauli demuestran que el fútbol puede ser cultura. Ese equipo está totalmente volcado en la solidaridad, integrado en la horizontalidad. Que exista un equipo de fútbol presidido por un hombre gay en los tiempos que corren, en los que no cesa de resurgir todo tipo de fobias, es un alivio para el deporte en sí y para la cultura y la sociedad en general. Porque, ¿hacia dónde vamos si en Rusia la violencia machista una vez al año no es delito?
No se debería ser rico si eres administrador público. Si con la política no se ganase dinero, esta situación no se daría.
¿Hacia El pudridero?
Europa está en una situación de peligro. En los años 30, cuando los nazis comenzaron a ganar elecciones, la gente no pensaba que pudiera llegar al poder un tipo con esos argumentos, tal y como ha sucedido con Donald Trump. Sin embargo, el tipo, Adolf Hitler en cuestión, se estaba preparando: escribió el Mein Kampf en el año 1924, en la cárcel, mucho antes de subir al poder. Por cierto, lo de Trump es solo el primer capítulo de la nueva historia que ahora nos toca vivir.
¿Cualquier tiempo pasado fue mejor?
Curiosamente, aquí en España, al menos en Sevilla, a finales de los 70 se vivía con más libertad. El franquismo estaba ya dando coletazos y, aunque no se vivía mejor, sí éramos más libres. Nuestros abuelos le habían echado cojones… Todos, hasta los del otro bando, porque en ambos lados se movían por ideales. Yo no deseo una guerra de ninguna de las maneras, solo digo que me gustaría que el pueblo reaccionara. Valoro, por supuesto, la consecución de logros en materia social que nos hacen hoy vivir mejor. Pero, precisamente, como vivimos mejor, no nos preocupamos de la libertad.
Unos cuantos viven muchísimo mejor que la mayoría…
Por eso algo les cambia en el culo cuando se sientan en la silla del Congreso. No se debería ser rico si eres administrador público. Si con la política no se ganase dinero, esta situación no se daría. Los políticos manejan lo que les da la gana, no dan ningún tipo de explicación y no tienen a nadie tras de sí vigilándoles. El pueblo se lo come todo, nos acostumbramos a creer que esto funciona así; como cuando una víctima de violencia machista declara estar habituada a esa situación… Eso es muy peligroso.
Puede parecer que soy anti PSOE, pero la verdad es que soy anti NADA. Simplemente soy consciente de que el PSOE es uno de los mayores enemigos que tiene la cultura.
¿Dónde están los guardianes de la libertad?
Los señores que nos gobiernan, como diría Pablo Escobar, “son unos auténticos bandidos”, y los medios de comunicación de masas, en vez de defender nuestra libertad, los encubren, intentando hacernos creer que la noticia está en unas cuantas papeleras que se han quemado por desahogo, o en un supermercado en el que se ha robado por auténtica necesidad…
Cada día procuro compartir informaciones que escucho en la radio o leo en las redes. No podemos fiarnos de la prensa nacional ni de los telediarios, pero creo que todavía podemos confiar en algunos programas de radio, como Hora 25, y que debemos usar las redes para intercambiar información. También hay quien se cree que se puede hacer la revolución desde Facebook; pero las redes no sirven para luchar, para luchar hay que salir a la calle.
No hace tanto que salimos, pero ¿acaso se puede conseguir algo cuando todos te ponen trabas?
Puede parecer que soy anti PSOE, pero la verdad es que soy anti NADA. Simplemente soy consciente de que el PSOE es uno de los mayores enemigos que tiene la cultura. Si Pablo Iglesias, el fundador, levantara la cabeza, seguro que no querría que se le vinculase a este partido que nada tiene que ver con el socialismo. No se puede poner zancadillas a los jóvenes que han salido a la calle para defendernos, ni calificar al movimiento con los mismos términos que utiliza el Partido Popular. Muchos siguen votándoles porque no quieren morder la mano de quien les da de comer. Y así se mantiene el cortijo, ocupado por yonkis del dinero. Por gente embrutecida, pero enaltecida por unos medios que funcionan exactamente del mismo modo que funcionó la propaganda de Goebbels. Cuanto más bestias son, más por culo nos dan. De hecho, todos recordamos nombres de políticos cultos que jamás fueron ladrones. Por eso es tan importante la cultura, porque en ella está la solución.
Pues, entonces, hablemos sobre cultura. A la hora de componer, ¿has notado la diferencia entre Santa Leone y He matado al ángel?
Sí, por supuesto, ha habido una evolución. En el primer disco, nos basamos más en cosas que yo tenía compuestas y en otras que habíamos grabado con Silvio. En este segundo, sin embargo, hemos trabajado la canciones entre los tres que somos Pájaro: Raúl Fernández, Paco Lamato y yo. Lo hemos cocinado todo entre todos. Yo siempre llevo buenas materias primas… Sin ego, pero si vamos a hacer una buena paella, ¡tendremos que llevar buen marisco! Me encanta rebuscar, siempre llevo la grabadora a mano, y si me gusta una frase la guardo. Si algo me llega, pasa a formar parte del disco.
¿Por ejemplo?
Sagrario y Sacramento, que trata sobre lo que ocurre actualmente con el sionismo. ¡Ojo! A las cosas hay que llamarlas por su nombre: es el sionismo, no los judíos, como dice esa élite que maneja a la población a través del control de los informativos de La Sexta y de Antena 3, dos canales de una misma casa que se presentan como diferentes… Otra vez estamos hablando sobre los medios de manipulación. Es inevitable…
Me hubiera gustado tocar con mi padre, porque tenía una sensibilidad brutal. Estoy seguro de que, si hoy viviera, le habría enseñado a tocar y haríamos cosas juntos
A ver si lo evitamos con una curiosidad, ¿hay un homenaje a ‘Purple Haze’ de Hendrix en la canción ‘TLP’?
¡No había caído en eso! ‘Purple Haze’ es algo que se queda en el disco duro… ¡Es verdad, ahora lo veo! Para que veas que todos robamos… Pero claro, no es lo mismo esto que quitarles la paga a los ancianos. Qué te digan que recuerdas a Jimi Hendrix y hacerlo sin pretensión… ¡Joder, macho, eso es algo muy bonito! ¡Hendrix es santo de nuestra devoción! Por cierto, esa canción, ‘TLP’, es ‘Trastorno Límite de la Personalidad’. Se la hice a una novia que tuve. Yo también tengo un toquecito dado, pero por lo menos no doy tanto por culo…
¿Vas con el bueno, el feo o el malo?
Con el bueno, por supuesto, necesitamos buena gente.
¿Con quién (buena gente) te hubiera gustado tocar?
Si te digo la verdad, me hubiera gustado tocar con mi padre, porque tenía una sensibilidad brutal. Una vez vi a mi padre en mi dormitorio, solo, con la guitarra sin afinar. Tengo esa imagen y ese sonido clavados en la mente. Tocaba sin saber, pero aquello que sonaba era él… Estoy seguro de que, si hoy viviera, le habría enseñado a tocar y haríamos cosas juntos.
¿Qué hace libre al Pájaro?
Un plato de comida (es una metáfora, claro), las películas italianas, las obras de Delibes y, por encima de todo, componer canciones que expresan, sin miedo, mi propia historia.